Preparación de la adoración y
desagravio.
Desde el verano del pasado año 2017, delegado por el Excmo.
Sr. Don Nicolás Callejas Sánchez, Gran Maestre la los Caballeros-Ballesteros de
la Santa Vera Cruz del Rey Fernando III el Santo, con sede en la "Casa de
las Órdenes" de la localidad jienense de Santa Elena, a cuya Orden me
honro en pertenecer, he estado organizando el ordenamiento de nuevos caballeros
en la zona Sur leonesa, más concretamente en Valdescorriel, donde los días 8 y
9 del pasado mes de Septiembre de este 2018, coincidiendo con las fiestas, en
la villa de Valdescorriel y en la finca de Valdelapuerca en alabanza y loor de
Nuestra Señora de Covadonga patrona del asturiano lugar que fue origen y cuna de la Reconquista Española. Esta vez en
Valdescorriel, con el rito antiguo del fuego, el Gran Maestre iba a ordenar a
cinco nuevos caballeros llegados de diferentes regiones de España peninsular e
insular, entre ellos un importante empresario de Valdescorriel patrocinador del
evento.
Una vez prestado el solemne juramento
de ordenación, le fue otorgado al empresario el título del Señorío de su Villa
natal y de su linaje, y a los demás nuevos Caballeros los de sus respectivos
lugares de origen, pasando así a formar parte y enraizamiento en nuestra
honorable y antigua Caballería, milicia del Caballero Cristo, y de aquellos que
lucharon en la Gran Cruzada de la Cristiandad de la batalla de las "Navas de
Tolosa", también llamada la "Carga de los Tres Reyes".
Fue la batalla en el verano de 1212 contra el moro invasor de España que
amenazaba nuestra identidad y libertad, cuando el Califa de la dinastía
Almohade llamado Muhámmad An-Násir, conocido con el sobrenombre de Miramalín, había
jurado arrasar la cristiandad europea, y en las estribaciones de Sierra Morena,
puerta de Andalucía, el honorable Rey castellano Alfonso VIII con sus ejército,
flanqueado por los ejércitos de los reyes Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra,
presentó batalla y libró contra la hueste del Califa una de las más singulares
hazañas de nuestra historia, cuya victoria cristiana evitó que toda España
cayese bajo el yugo del Islam, ganando nuestra libertad.
Aquel sagrado lugar en que se luchó,
próximo a los pasos y desfiladeros de Sierra Morena hacia las tierras Sur-peninsulares
del Al-Ándalus, desde tan memorable
victoria que costó miles de vidas en ambos bandos, pasó a llamarse el "Jardín
de la Reconquista", y abrió las puertas de Andalucía a los reinos
cristianos del norte para realizar nuevas conquistas en los dominios de las
taifas moras andalusíes.
Volviendo
a la ceremonia de ordenamiento de cinco nuevos caballeros, se realizó en
Valdescorriel el día 9 de Septiembre, y cuantos la presenciaron, especialmente
la prensa de la provincia de Zamora, la calificaron de única e irrepetible en
esta región sur leonesa del bajo Cea, rayana con Valladolid y Zamora.
Asistieron al acto importantes personalidades del
mundo empresarial, un nutrido grupo de Caballeros llegados de diferentes
regiones de España, y muchos invitados hermanados con las buenas gentes de la Villa de
Valdescorriel.
Como
organizador del evento, a petición del futuro Caballero de Valdescorriel y
patrocinador, solicité al Gran maestre las fechas de 8 y 9 de Septiembre para
la ceremonia, con motivo la fiesta en honor de a Nuestra Señora de Covadonga, que anualmente
patrocina el empresario en su Villa natal en alabanza y loor de "La
Santina", y todo valderense sabe que estas fechas también coinciden con
los días de la fiesta grande de nuestra Patrona la Virgen del Socorro, así, con
intención de que importantes personalidades conociesen Valderas, dentro del
programa de actos de Valdescorriel incluí un recorrido turístico por nuestra
Villa, para mostrar a nuestro Gran Maestre, Caballeros y acompañantes, la
riqueza de nuestra historia heráldica medieval, por ser Valderas un importante
y tradicional feudo de diferentes linajes de nobleza, y también de Caballeros
de afamadas órdenes medievales que habitaron en la Villa y lucharon en las
Cruzadas liberando Tierra Santa (esto se ve en los bezantes como simbología de
los escudos). Fueron las ordenes: Calatrava, Alcántara, Santiago, y Templarios.
Lo novedoso es que nuestra simbología heráldica muestra sin lugar a dudas, que
los linajes valderenses también lucharon en la batalla de Navas de Tolosa, destacando "Cabeza de Vaca", cuyo escudo va timbrando
con la cabeza del rumiante. Le vemos en la Casa solariega del comienzo de la
calle de los Arias.
Volviendo a la Cruz del camino de los
Maragatos, ya he dicho que hace años que intento recuperarla y sacarla de su
encierro, y en estos últimos meses de preparación
del dicho ordenamiento en Valdescorriel, me di cuenta que en la coincidencia
de actos y fechas se presentaba una
oportunidad especial, esencialmente por coincidir el ordenamiento con las
fiestas de ambas villas, Valderas y la ya citada. La ocasión se presentaba única
por lo siguiente:
1.- Si se lograba que el alcalde colocara la Cruz de una vez por todas, también era posible prolongar los actos de Valdescorriel con uno en Valderas, y un nutrido grupo de Caballeros de la Santa Vera Cruz llegados de toda España, especialmente de la Casa de las Órdenes de Jaén, hermanados con la Cofradía de la Vera Cruz valderense haríamos un "homenaje de adoración, de honor, y de desagravio a la Cruz de nuestros Mayores", en mi opinión imprescindible por haber estado meses tirada en un camino y 10 años olvidada en el oscurantismo de locales de particulares y del ayuntamiento. Tanto tiempo denostada por ahí, a mi entender, esta vez requería algo más que simplemente colocarla, y pedía a los valderenses una bendición y desagravio, también en honor a nuestros mayores.
2.- Para asegurar lo dicho, lo más inmediato era que se colocase la Cruz
(tantas veces en años atrás lo había
intentado sin conseguirlo, que ya no me fiaba de nada ni de nadie), y una vez logrado,
o durante el transcurso de la ubicación, también había que hablar con las
partes implicadas en la realización del homenaje que lógicamente llevaría su
tiempo de preparación, así, tendría que tratarlo con al Gran Maestre de los Caballeros
de Las Navas, y con la Sra. Presidenta de la Cofradía de la Vera Cruz de Valderas,
quienes lógicamente tenían que autorizarlo, y necesitarían su tiempo para
organizar alguna reunión para exponerlo a sus cofrades y caballeros.
3.- Finalizando la primera
quincena del mes de Agosto, llegue el día 12 a Valderas, y siguiendo el plan
trazado lo primero que hice fue hablar con el alcalde para exponer el tema y
pedirle que pusiera la Cruz cuanto antes. Él me dijo que no había ningún
problema para ello (como ya he explicado en el
Capítulo I, ambos teníamos claras las razones y sabíamos que no se debía
poner en su lugar original del Camino de los Margatos), y así, en esta ocasión,
desde la puerta del Seminario San Mateo bajamos andando hasta la plaza de la
Cruz para elegir el sitio idóneo dónde ponerla, que fue en el centro de un parterre
sobre una peana donde antes hubo una fuente.
Faltando casi un mes para el acto, el
Alcalde autorizó poner la Cruz sin ningún problema, y quedó en ordenar al
Concejal René Abad, que adaptara aquella peana como base para colocarla.
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Aprobación por los Hermanos cofrades de la Vera Cruz de Valderas:
Contando con la palabra dada por el Alcalde,
el mismo día hablé con la Sra. Presidenta de los hermanos de la Vera Cruz de
Valderas. La idea le pareció bien, y aún mejor la propuesta de adoración y
homenaje a la Cruz, pero dijo también, que no dependía solamente de ella, y, que
en breve reuniría a un grupo de hermanos cofrades para proponer la aprobación,
y hacerlo constar en el libro de actas de la Cofradía. Pocos días más tarde me
comunicó que la asamblea se había reunido en los locales de las monjas, y a todos les pareció bien.
Aprobación por el Gran Maestre de los
Caballeros-Ballesteros de la Santa Vera Cruz del Rey Fernando III el Santo.
Pronto hablé con el Gran Maestre con
motivo del ordenamiento en Valdescorriel, y a la vez le expliqué lo que pretendía
hacer en Valderas en honor y desagravio a la Cruz reliquia de nuestros mayores,
diciéndole que mi idea era unir el acto con el nombramiento de Caballeros.
Lógicamente le dije también que ya contaba con
la aprobación del Alcalde y de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Valderas,
con quienes haríamos hermanados el homenaje, y
solicité al Gran Maestre la aprobación de este acto para mi Villa natal, para que a las
7 de la tarde el día 9 de Septiembre, un nutrido grupo de Caballeros de las
Navas, con uniformes de gala, armas (sables), y mantos blancos con sus escudos
heráldicos, se desplazaran a Valderas para formar escolta de honor y homenaje a
la Cruz, hermanarnos con los Cofrades de la Vera Cruz valderense.
Una vez hubo escuchado la propuesta,
el Excmo. Sr. Don Nicolás Callejas Sánchez,
con su habitual calma, dijo:
"Somos Caballeros de la Milicia de
Cristo nuestro supremo guía y Señor, único y Gran Maestre, y allí donde haya
que honrar la Cruz, allí estaremos todos
Caballero".
Una gran alegría y emoción
me invadió al escuchar sus palabras, y he de decir, que conociéndole no
esperaba menos, de sus valores morales y grandeza de espíritu Caballeresco.
Pocos días más tarde de estos
hechos, nuevamente el Maestre se interesó y preguntó si ya estaba puesta la
Cruz en su sitio, lo cual, dada la lentitud del ayuntamiento, le dije que aún
no, y al notarme él algo preocupado, me dijo: "no se preocupe Caballero,
que aún faltan 20 días y siempre se dejan las cosas para última hora".
Preguntó: Supongo que vas tener
alguna reunión con la Sra. Presidenta de la Vera Cruz de Valderas.
- Si, Maestre, dentro de dos días para
planificar el acto.
- Siendo así, dile, por favor, que si nos lo
permite impondremos en su bandera o estandarte la carbonata de honor de los
Caballeros de la Santa Vera Cruz, y, si ellos tienen medalla de cofrades, que
ella misma la prenda en nuestro estandarte, y la traeremos para ponerla a los
pies de la Virgen en nuestra Casa Madre de Santa Elena.
Prosiguió: Y... algo más, especial para Vos y
los valdereses Caballero organizador, habrá un presente para el Sr. Alcalde, y en
esta ocasión llevaremos también nuestro "Lignun Crucis".
¡Qué
sorpresa! Ni que decir tiene que oír esto me dejó tan perplejo que no salía de
mi asombro. La mejor reliquia de nuestra Casa Madre de las Órdenes, iba a venir
a Valderas. ¡El Lignun Crucis en Valderas! ¡Un trozo de la Cruz de Jesucristo
vendría para honrar y adorar a la Cruz de nuestros mayores! ¡Qué alegría!
¡¡Grande Maestre!! pensé...
La presidenta
de la cofradía de la Vera Cruz y quien suscribe nos reunimos en los locales de
las monjas para planificar el acto. También estaba allí el Párroco y Arcipreste
Don Tasio Tirados Hidalgo, a quien en ese momento le comunicamos nuestra intención y solicitamos su colaboración
para bendecir la Cruz. Él se ofreció encantado, y, como tenía prisa se fue
raudo a decir la misa diaria vespertina.
Don Tasio se marchó tan deprisa que no me
dejó tiempo para decirle que llegaría a Valderas un "Lignun Crucis", y
pensé que cuando lo supiese se alegría mucho, porque además iba a coincidir en
el mismo mes de su jubilación como sacerdote, y
tener en sus manos y oficiar adoración con una reliquia de la Cruz de Jesucristo, una persona que ha dedicado
toda su vida a los demás con el sagrado vínculo del Sacerdocio, a su longeva
edad, seguro que le iba a emocionar.
En la
reunión comuniqué a doña Soledad lo dicho por el Gran Maestre de los Caballeros
de Las Navas: la aprobación del acto, la
corbata de honor para su estandarte, la medalla de la Cofradía de nuestra Villa
que personalmente el Maestre iba a
llevar a la Virgen de los Caballeros en Santa Elena, y, lo más importante: la
llegada a Valderas de la reliquia "Lignun
Crucis" (a ver si nos quita el maleficio de estos años pasados por los
que ha pasado la desastrosa economía y administración consistorial que ha
lastrado Valderas, pensé... Ya está bien de que siempre salgamos mal parados en
los medios de comunicación como los más endeudados y problemáticos. A ver si esta vez salimos bien parados por un
acto único, especial, digno y bueno, y así se nos acaba la mala suerte que
parece cernirse sobre nuestra Villa desde hace diez años a esta parte,
precisamente coincidiendo con el tiempo en que la Cruz quedó tirada durante
meses en el camino, y luego olvidada).
¡Qué casualidad!
La Sra. Presidenta
manifestó su intención de comenzar con premura a organizar el acto enviando
invitaciones a los presidentes de todas las Cofradías de la semana Santa
Valderenses, para que asistieran con sus estandartes acompañando al "Lignun
Crucis" y al organizador emblema de la Vera Cruz. Dijo también que haría un cartel
anunciador, e invitaciones a las autoridades y al Gran Maestre, con extensión a
los Caballeros de las Navas, invitaciones que yo entregaría personalmente.
También hablamos de una ofrenda floral a la Cruz, y de solicitar la asistencia del
coro parroquial para entonar el himno de la Vera Cruz... y cantar la Avecita en honor a
nuestros mayores.
Al
finalizar la reunión, acordamos que a las 19,30 horas del día 9 del mes de
Septiembre, día de la misa y rogatoria
por nuestros los difuntos con motivo de la fiesta de la Virgen del Socorro, también
en honor a nuestros mayores difuntos que nos legaron la "Cruz de los
Maragatos", para homenajearla, desagraviarla, y a la vez rogar por
aquellos seres tan queridos que nos contaron sus leyendas y que ya no están con
nosotros, uniformados debidamente los de Valderas, y los venidos de fuera armados (con sables) y cubiertos con mantos blancos con escudos heráldicos, los Caballeros
de las Navas y los Cofrades nos reuniríamos en la plaza de Ramón y Cajal, para
bajar todos juntos procesionando hermanados al "Lignun Crucis" por
la Calle del Padre Isla, hasta la
plaza donde se descubriría la Cruz por las Autoridades: Sra. Presidenta, Gran Maestre y Sr. Alcalde, con una placa sobre su historia y leyendas, para
seguidamente proceder a su adoración, bendición, y ofrenda floral, estando circundada y
horada por los presidentes y estandartes de todas las Cofradías de Valderas que
procesionan en la Semana Santa.
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Amor
dolorido
Afligida y soñada Patria mía,
serena, dolorida, desgarrada,
la desgracia te tiene atenazada,
desahuciada del tiempo hazaña impía.
Contemplaste la luz del nuevo día,
con tu “Cruz” derribada en la hondonada,
en el suelo tirada y ultrajada,
con mirada pasiva, dura y fría.
En tu “Santo Sepulcro” está enlutada,
en la cripta destrozada y carcomida,
como luz que declina en la Altafría.
Aquella santa fe
que fue tu guía,
se perdió el abismo de la nada,
de tu anciana leyenda consagrada,
no te queda ni gloria, ni alegría.
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La ilusión
y el trabajo se había puesto para realizar un acto muy especial para la Cruz y para Valderas. Las invitaciones, el cartel, el plan de organización...
todo estaba hecho y preparado a falta de cumplirse la palabra dada por el Sr. Alcalde de colocar la Cruz en el lugar indicado, y lograríamos un acto único e
irrepetible en honor a nuestros Mayores, a la Cruz, y a la Virgen del Socorro
en loor y engrandecimiento de su fiesta, y contribuyendo también al
engrandecimiento de nuestra querida villa de Valderas en su conjunto,
recuperando esta reliquia para el patrimonio declarado "Bien Histórico Cultural".
Pero... lamentablemente
alguien destrozó el proyecto pocos días antes de llevarse a efecto, y más
adelante, en el "Capitulo V" de esta misma historia, sabremos quienes fueron los responsables.
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Por último, en honor y
respeto a mis amables lectores, y a todos los amantes de Valderas y de su antigua historia, en el próximo capítulo desvelaré en qué año y quien pudo
poner allí la Cruz, y el esotérico misterio del significado que simbolizan las marcas del cantero grabadas en la cabecera de la Cruz.
5 de Octubre de 2018
Valderense , Caballero de la Santa Vera Cruz ,
Cesidio
Blanco González