El Blog dedicado a Valderas


Este Blog nace como rincón de la historia y la poesía valderense.

Un cordial saludo de
CESIDIO BLANCO GONZÁLEZ
-Escritor, Rapsoda y poeta valderense-

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sábado, 3 de abril de 2021

Añoranza

          Domingo de Resurreción / Día 4 de abril del año 2021

           Al amanecer de este glorioso día del mes de abril, en que toda la cristiandad celebramos la victoria de la "Resurrección del Señor", añorando aquellos años de mi juventud que pasé con mis padres y abuelos en Valderas, y haciendo honor a nuestra cristiana y ancestral costumbre, con este poema titulado "Añoranza", felicito "La Pascua" a todos los Velderenses, especialmente a los que vivimos en otros pueblos y ciudades de España, que por la aciaga causa de todos conocida, este año no hemos podido vivir allí nuestra maravillosa Semana Santa.

Añoranza

 

        Quienes vivimos lejos de la Villa
que habitaron nuestro padres y abuelos,
guardamos cual tesoros mil recuerdos,
de tan bello lugar que en sueños brilla.
 
       Fueron gente de honor noble y sencilla,
y fuimos bendición de sus desvelos,
esencia e ilusión de sus anhelos ,
del rosal de su vida la semilla.
 
       La más dulce canción y más gloriosa,
de aquel valle del Cea y sus riberas,
es loor "La Avecita", y maravilla.
 
       Aún recuerdo alfombradas las laderas,
con flores las cuestas de la Altafría,
aguas masas reflejando atalayas,
y azules horizontes con montañas,
en mi añorada y querida Valderas. 

 



jueves, 1 de abril de 2021

A Valderas - Semana Santa 2021

                    

          Por causa de la pandemia de Coví que desgarra de dolor España y el mundo, este aciago año 2021, como ya nos ocurrió el pasado 2020, muchos valderenses no podremos viajar a nuestra querida patria chica  para vivir allí con los nuestros la Semana Santa, que es mágica, llena de profundo y cristiano sentimiento de adoración. La dolorosa pasión de Cristo, en nuestra Villa leonesa se vive con sacrificio, austeridad, y profunda adoración.

        Aunque no podamos viajar, nuestro cariño y pensamiento estará allí, Dios sabe que estrá allí con nuestra gente, especialmente en las mágicas noches del Jueves y el Viernes Santo, para pedir al Señor su divina protección  para nuestra Villa y gente. Virtualmente nos postraremos en santa adoración y manso silencio ante el monumento al Señor, y ante la crisolada urna de nuestro Cristo Yacente; aunque por desidia y dejadez de algunos, no podamos adorarle alojado el su Santo sepulcro que para Él nos legaron nuestros mayores.

    Dedico estos poemas a todos los valderenses que con su sacrifico y devoción han conseguido tan magnífica Semana Santa en nuestra Villa, a las diferentes Cofradías que procesionan las sagradas imágenes, y muy especialmente a los fallecidos por esta maldita pandemia.

               A Jesús Nazareno

        Con la pesada Cruz el Nazareno,

camina por las calles agotado,

el sudor en el rostro ensangrentado,

empaña la mirada de Dios bueno.

Su espíritu de amor dulce y sereno,

para salvar al mundo del pecado,

desgarrador dolor ha soportado

henchido de cariño santo y pleno.

El alma de Valderas lacerada,

ha buscado el calor del Santo amado

y a la Cruz desvalida está abrazada.

Con la oración que Tú me has enseñado,

por el dolor intenso de tu herida,

imploré compasión  en mi caída,

y tu supremo amor me ha perdonado.

                             _________________________________________

                Declina suave y dulce la luminosa la tarde, y un sangriento crepúsculo dorado, llora de amargura y pena el Viernes Santo. La noche primaveral serena y clara, ha vestido con un manto de estrellas la bóveda celeste sombre el templo de San Juan, y adorando al féretro sagrado en qué yace el Señor, hizo vela junto al Santo Sepulcro, destrozado. 

A Cristo yacente

 

Temblando de estupor la luna inquieta,

clavó en Cristo yacente su mirada,

entristada, llorosa, desgarrada,

musitó una oración santa y discreta.

 

        Al contemplar de Dios mortal silueta,

 yacente en una urna acristalada,

con el cuerpo y la cara ensangrentada,

se postró desvalida como asceta.

 

        Gimiendo de dolor, desencajada,

tomó un manto de estrellas titilantes,

y al Dios bueno arropó en la noche Santa.

 

        Mas el alma del cofrade enamorada,

 lacerada de amor, muda y discreta,

adoró al Nazareno de Valderas,

¡El Cordero de Dios la consolaba!


El Santo Sepulcro está destrozado.Valderenses de honor y de bien, No consintáis esta vergonzosa afrenta.