El Blog dedicado a Valderas


Este Blog nace como rincón de la historia y la poesía valderense.

Un cordial saludo de
CESIDIO BLANCO GONZÁLEZ
-Escritor, Rapsoda y poeta valderense-

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martes, 25 de septiembre de 2018

La Cruz del Camino de los Maragatos


                       Ante los comentarios y opiniones surgidas en Valderas  durante la segunda quincena del pasado mes de Agosto de este año 2018, suscitadas por un escrito que Don Pedro Ríos Vallinas publicó en Facebbok y Wassap, cuyo tema principal es la nueva ubicación de la Cruz de piedra que en su día estuvo al comienzo del camino de los Maragatos, próxima al puente de piedra, y, para manifestar mi opinión al respecto, a quien pueda interesar digo:




              Lo que Vds. van a leer aquí es mi opinión, pues estoy seguro de que coincidirán comigo que en la diversidad de opiniones e ideas está la posible solución y la luz, por tanto, mi versión no deja de ser una más entre las muchas aportaciones de  valderenses que desde nuestra más tierna infancia amamos a nuestra Villa natal, pues a pesar de los avatares surgidos en los últimos años que no han sido muy alaguemos para Valderas, más bien un desastre según pensamos muchos, a pesar de los pesares queremos lo mejor para nuestra Patria Chica, por tanto, no pretendo polemizar ni quitar la razón a nadie, y sí, ser muy respetuoso con las opiniones de otros que han expresado su versión, porque me consta que, como quien suscribe este artículo, también ellos aman a Valderas, y, repito: todas las opiniones y aportaciones son muy válidas, respetables y necesarias para aclarar ciertos hechos ocurridos en los últimos días del mes de Agosto y primeros de Septiembre.
Tampoco es mi intención influir en el ánimo ni en la opinión de nadie, ni tan siguiera sumar adeptos a mi idea sobre el tema, pues como ya somos mayorcitos, y con la experiencia de la vida a mi sexagenaria edad, humildemente reconozco que no siempre se está en posesión de toda la razón, y también yo podría estar equivocado.  Así pues, aportando y diciendo lo que dicta mi conciencia, no quito ni doy la razón a nadie, porque como ya he dicho con antelación, sólo quiero lo mejor para Valderas, como así lo he demostrado y  hecho durante toda mi vida.
          Por tanto, comenzaré pidiendo humildemente disculpas a quien pudiera sentirse ofendido, porque no es mi intención molestar a nadie, y mucho menos ofender. Creo que muchos ya me conocen en Valderas y saben que ni ofender ni criticar es mi estilo, y como en tantas otras ocasiones, hoy quiero ayudar  en lo posible a echar algo de luz en este asunto, aportando una posible solución o versión diferente, pues siempre es bueno contrastar ideas.
 Prologado, vamos a ello Señores:
            Como esta carta será publicada en Facebbok donde otros  ya han iniciando el público debate, no yo, y partirá originalmente de mi Blog de Historia y poesía de Valderas, la necesaria introducción como punto de partida,  hoy no puede ser otra que el escrito de Don Pedro Ríos Vallinas, publicado con insistencia en estos últimos días en Facebook y Wassap, que muchos de Vds. ya habrán leído, y para quienes no lo hayan hecho, se lo recomiendo en esta referencia:
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   https://www.facebook.com/riosvallinas/posts/10205066061847090?__tn__=K-RSE). Publicado en Facebbok


En Valderas a 24 de agosto de 2018.
Pedro Ríos Vallinas

LA CRUZ DEL CAMINO DE LOS MARAGATOS. (PATRIMONIO CULTURAL VALDERENSE).

En el Camino de los Maragatos, próximo a su confluencia con la Carretera de Valencia de Don Juan y próxima a una de las pozas de agua de una de las tierras, estaba plantada una cruz de piedra que pretendía recordar, a quien por allí pasaba, un suceso como fue el fallecimiento en accidente, en aquel lugar, de un hijo de un carromatero maragato, que utilizaba dicho camino en las rutas comerciales entre el Norte y Castilla.
Para quien no lo sepa y para hacer un poco de historia que nos sitúe en el tiempo y en el espacio, los maragatos, (godos islamizados  y por ello uno de los históricamente pueblos malditos junto con judíos y gitanos) habitaban pueblos que ocupaban las faldas del Monte Teleno, su  monte mítico. En realidad, a la actual comarca de la Maragatería se le llamaba antiguamente La Somoza, o lo que es lo mismo, “debajo del monte”. Será a partir del siglo XVI cuando a los arrieros empiecen a ser llamados “maragatos”.
Maragatos serían, por tanto y exclusivamente, los arrieros de la comarca de La Somoza. Sin embargo, fue tal la fama que adquirieron que llegó a originar incluso el cambio de nombre de la comarca, pasando a denominar como maragatos a todos los habitantes de La Somoza, independientemente de la actividad que ejercieran.
La Maragatería es una comarca de León, cuya capital es Astorga y cuyos pueblos principales son: Brazuelo, Castrillo de los Polvazares, Lucillo, Luyego, Rabanal del Camino, Santa Colomba de Somoza, Santiago Millas, Val de San Lorenzo, Lagunas, Quintanilla, Villalibre de Somoza, etc. Una comarca muy abrupta y escabrosa, poco dada a la agricultura, lo que pudo motivar que los habitantes de la zona escogieran el camino del comercio como forma de vida.
Al principio eran recueros, es decir usaban recuas de mulas para el transporte, pero luego empezarían a usar carromatos tirados por mulas y comenzaron a ser llamados arrieros.
Su comercio principal entre Galicia y Castilla  era el pescado en salazón (entre ellos el bacalao que nos ha hecho tan famosos a los valderenses), la cecina, alfarería, tejidos y alfombras del lana y el carbón del norte, para transportarlos al sur donde lo intercambiaban por embutidos y otros productos de matanza, trigo y vino, principalmente, que a su vez eran transportados al norte. Esta actividad se mantuvo hasta la llegada del ferrocarril que obligó a cambiar las costumbres y a establecerse en puntos fijos de comercio con el fin de continuar con sus negocios.
Eran famosos por la manera con que protegían sus cargamentos y se les consideraba los transportistas más seguros y a quienes se les podía confiar mercancías de gran valor.
Con estos antecedentes y el relato que siempre me contaron los mayores, es fácil deducir que la cruz a que nos referimos deja constancia del dolor de uno de esos carromateros adinerado, pues dicho monumento no podía ser sufragado por cualquiera, por el desgraciado accidente que se llevó por delante la vida de un querido vástago.
El buen estado en que siempre se conservó el pequeño monumento después de tanto tiempo da fe del respeto que todos los que, unos más y otros menos, pasamos cerca de él y pudimos disfrutar, como es mi caso, del relato de la historia del mismo, que me ha contado mi padre muchas veces.
Tuvieron que aparecer los operarios encargados de la concentración parcelaria de la zona y la pura dejadez y desidia de quienes deberían haber velado por el respeto a nuestro patrimonio, para que el trazo de una de esas malditas rectas de delineación (con el encanto que tienen las curvas) se llevara por delante la Cruz y no se hiciera nada para que fuese restablecida en el mismo emplazamiento o lo más próximo posible y poder seguir teniendo la justificación y sentido que siempre tuvo como monumento funerario vinculado a un desgraciado suceso y la voluntad del padre para que no cayese en el olvido el recuerdo de un ser querido.
Desde que se quitó la Cruz del emplazamiento que tenía (denunciado en su día sin mucho éxito) y teniendo el Ayuntamiento medios  y espacio, parece ser que la misma fue recogida por un particular y la mantiene guardada a disposición de que se le requiera la misma para ser trasladada  a dependencias municipales en espera de su instalación. En este punto aparece mi preocupación.
Durante estos días de vacaciones me entero por distintos medios de la pretensión del Ayuntamiento, en un futuro próximo, de proceder a la instalación de la citada cruz en la Plaza de la Cruz, por entender que sería un mejor emplazamiento para la misma ya que, desconociendo la mayoría de la gente la historia del objeto, en este lugar sería más vista. Además, dado que la plaza de llama como se llama porque algún día habría allí una cruz, se aprovecharía el evento para que la volviese a tener. Sin duda, argumentos peregrinos sustentados en la ignorancia, muy peligrosa cuando quien la padece no quiere reconocerlo.
La Plaza de la Cruz, por estar cerca del domicilio de mis padres, es la plaza del pueblo que más aprecio. En ella he pasado muchas de las mejores horas de mi vida infantil y juvenil y me parece que, actualmente, está en muy buen estado de disfrute para quienes por allí viven o pasan y no necesita de un elemento que, salvo por el nombre, le es totalmente ajeno.
La Cruz de los Maragatos, que intrínsecamente como objeto tiene muy poco valor económico, pues no deja de ser una simple cruz de piedra, tiene un gran valor mientras esté vinculada a la historia que arrastra tras de sí en el sitio donde siempre estuvo. Es allí donde debería restablecerse cuando sea posible y, al hacerlo, se aprovechase para incorporar en la peana de la misma el relato fundado de lo que representa. En dicho sitio sería observada por quien quiera verla, como ocurre con Otero, el Caño Teja y otras muchas construcciones interesantes que, aún no estando dentro del casco urbano, forman parte del patrimonio cultural de este pueblo.
Si en una actuación de mejora del camino del Molino se llevasen por delante el Caño Teja, ¿alguien entendería que no se repusiese lo más próximo posible a su emplazamiento actual y resolviesen su instalación en la Plaza de los Caños (Plaza Mayor o de Santa María) porque allí hubo en su día una fuente?
De verdad, la pretensión no tiene ningún sentido. Sería más deseable que se pusiese la cruz a buen recaudo en dependencias municipales y cuando sea posible volviese a ser instalada en el lugar donde siempre estuvo que es en el único sitio donde de verdad tiene valor y significado.
En la elaboración del presente escrito no hay ningún posicionamiento político y he intentado ser lo más respetuoso posible con quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones en el presente, aun siendo consciente de que alguno de ellos fue responsable de que la Cruz de los Maragatos no se restableciese en su lugar al día siguiente de haber sido quitada del mismo.
No se trata de hacer herida, se trata de agitar conciencias y de poner en valor lo mucho que tenemos sin que nos demos cuenta de ello, ya que tenemos la obligación de respetar la historia de las personas, los objetos y lugares y transmitirla a las generaciones futuras, con la menor manipulación posible.

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         Como habrán Vds. leído aquí, en su historiado escrito don Pedro expone sus razones sobre la Cruz para no ubicarla en la Plaza de la Cruz, y aboga por colocarla de nuevo en su lugar original esgrimiendo esencialmente motivos históricos, y pide también que se comparta y difunda el texto lo más posible en las redes sociales (Facebbok, Wassap, etc.) en mi opinión, a todas luces buscando adeptos a su idea con clara pretensión de remover conciencias para su causa.
             Para centrar más el tema, en primer lugar diré lo consabido del pasado reciente de nuestra Cruz:
             En el año 2008, haciendo el nuevo camino de concentración parcelaria sobre la base del antiguo camino de "Los Maragatos", una máquina pesada con algún operario desaprensivo derribó la Cruz de nuestros mayores que llevaba siglos allí erguida, siendo para muchos valderenses una reliquia aureolada de leyendas y de esotéricos misterios que desde niños nos contaron nuestros abuelos, haciéndola inolvidable con el cariñoso recuerdo a nuestros mayores. Hoy, en los albores del siglo XXI, sin lugar a dudas pertenece al patrimonio histórico valderense como un preciado "Bien Histórico Cultural". Es una reliquia. Así también lo apunta Pedro Ríos. En ello coincidimos.
Es notorio que, quien la derribó dejándola tirada en la cuneta, donde para vergüenza de todos nosotros permaneció unos meses sin que nadie se ocupara de ella, hasta que un valderense de bien la recogió y la guardó poniéndola a salvo con intención de no perderla y entregarla a las autoridades cuando fuera requerido para ello.
            Desde el mismo momento que en aquellos días aciagos vi por primera vez en internet la foto de la Cruz tirada en la cuneta del camino, la misma que  inmortalicé en la portada de mi primer libro de historia de Valderas, se me retorció el alma, y desde entonces llevo "diez largos años" intentando que se vuelva a colocar en el mismo lugar donde estaba originalmente.
          Lo que digo, es un hecho bien conocido por todos los alcaldes que han regido Valderas en la última década, a quienes periódicamente, y, hasta con pesada y machacona insistencia, cada vez que iba  a Valderas les he pedido hasta la saciedad que recuperasen la Cruz, colándola en el sitio original.
           Repito por si alguien no se ha enterado: "Lo que digo lo saben bien todos los ex-alcaldes", quienes me daban muy buenas palabras y ningún hecho positivo. Dadas la circunstancias de dilatación en el tiempo sin conseguirlo, llegué a pensar que la única solución para volverla a su lugar original era poner una denuncia ante Patrimonio Histórico, y no la tramité porque Patrimonio se habría hecho cargo de la Cruz, y sabrá Dios dónde habría ido a parar. Tampoco lo denuncié con la esperanza de que alguno, al menos a alguno de los alcaldes que se sucedieron estuviera a la altura, se le removiera la conciencia, y cumpliera. Y, sinceramente, también me frenó la necesaria prudencia y el consejo de mi abogado, quien opinaba que denunciar era la peor solución, por razones obvias con la intervención de Patrimonio.
         Mas para no apartarme de este asunto de la Cruz en ningún momento, durante los últimos años colaboré con el ayuntamiento en cuanto me pedían sin mirar su color político, sólo pensando en el beneficiar a Valderas, así, a petición de los regidores di dos pregones de fiestas, en el entender y convencimiento de que colaborando con ellos me seguirían recibiendo y escuchando, aunque sólo fuese por devolver el favor.
          El último pregón fue el pasado día 30 de Junio para las Ferias y fiestas de este año 2018.
          También a petición personal del alcalde, el día 14 de agosto actué de guía turístico de la historia heráldica de Valderas para un reportaje de Televisión de León, como lo hice también en otra ocasión para un numeroso grupo de personas de la Fundación de "Alzheimer de León", esa vez acompañado del  Concejal don Isidoro Fernández Cadenas, quien durante todo el recorrido histórico fue pegado a mí como una lapa, tal vez intentado sacar de ello algún rédito electoral,  pues fueron él y su esposa quienes me lo pidieron teniendo que desplazarme desde Madrid.
 Refiriéndome nuevamente al último pregón de Ferias del día 30 de Junio de este año, no entiendo por qué razón el actual alcalde no se lo encargó a los responsables de la Oficina de Turismo de Valderas, y he llegado a pensar que tal vez fue porque en la Oficina de turismo sabían que este pregón era una encerrona de los jóvenes al Alcalde, quienes desaprobaban la gestión de la fiesta al ayuntamiento por la pobreza de los actos, pues cuando él me llamó a Madrid para pedirme que hiciese el pregón, no solamente sabía de antemano que no iba a asistir él al pregón, y... no me lo dijo, pues tampoco me advirtió que había mucha gente en Valderas intentando boicotearlo, como así fue. Menuda situación me encontré. Total, todo un desleal despropósito por su parte que se quitó de en medio sin advertirme, y sin duda alguna una encerrona para mí. En fin, será su manera de actuar.
Durante la pasada década, mi colaboración ha sido continua con cuanto me han pedido los alcaldes de los diferentes partidos gobernantes, y, que sepan todos los valderenses que no lo hice por los alcaldes ni por sus adláteres, ni por su color político, porque lo mío no es la política y jamás me he  inclinado por ninguno partido en Valderas. Y para que nadie se equivoque, quiero dejar bien claro que mi colaboración fue sólo pensando en engrandecer a Valderas, y por Valderas, mi villa natal (a la que por desgracia todos hemos visto hundida en más de una ocasión por culpa de sus dirigentes),  como lo haría cualquiera que ame a su Patria chica, a la que he escrito y decidido tres libros.
 Valga como ejemplo que esta última colaboración con Televisión León, me costó bastantes horas de preparación y  económicamente dos viajes a Valderas desde Madrid, a pesar de ello, aún estoy esperando una palabra de agradecimiento del alcalde que me lo pidió. Sólo una.              
         Estando con mi familia de vacaciones en Valderas a finales de mes de Agosto, haciendo de tripas corazón como se dice en nuestra Villa, pasé por alto la ya relatada faena del último pregón, sólo para no contrariar a los del ayuntamiento pensando en logar que pusieran la Cruz cuando se lo pidiese de nuevo, eso si, lo reconozco, cobrándome así el favor en beneficio de nuestra Villa.
Dispuesto a ello, pedí de nuevo al regidor que colocaran la Cruz en su sitio, viejo y rancio tema entre nosotros, y él, me confirmó que sí, que la colocaría en el sitio en que originalmente estaba, a la vera del Camino de los Maragatos, y fue en ese momento cuando ambos volvimos a recordar las dificultades que existían para ponerla de nuevo en su lugar original, ya tratadas con él otras ocasiones cuando lo intentamos al comenzar su mandato como alcalde, que fueron las siguientes:
       1.-  Antes de ser derribada la Cruz estaba asentada en una finca de propiedad particular, junto a una poza de agua con el brocal abierto, y para evitar peligros de quienes se acercasen por allí a verla, el dueño exigió al ayuntamiento que le taparan la poza, obra ésta que unida a una necesaria base o plataforma de hormigón para asentarla, producía unos gastos, y dados los problemas económicos del consistorio el alcalde ya en su momento no estuvo dispuesto a asumir, pues para él era más fácil no complicarse la vida y seguir con la Cruz tirada en un corral de las dependencia municipales.
       2.- En el caso de que el ayuntamiento se decidiera a correr con los gastos de tapar la poza, cosa poco probable por lo que todos sabemos de su precaria economía, también hay que considerar que no puede ponerse en el camino de concentración, porque en él no se permite poner ni un poste ni nada que obstaculice el paso de carruajes, tractores o personas, y, aún menos se permite ponerla en la cuneta vierte aguas; siendo así, es claro que la única opción era poner la Cruz dentro de la tierra de labor junto a la poza, con la agravante de que quedaría instalada dentro de una propiedad particular, por ello también cabría la posibilidad de que el propietario o sus herederos, ahora o dentro de unos años, o tal vez algún nuevo propietario que  comprase la finca, si algún día le diera por cercar la propiedad rústica como lo están tantas otras en Valderas, sin lugar a dudas corremos el riesgo de perder definitivamente la Cruz, la de las Leyendas de nuestros mayores, puesto que se quedaría cerrada dentro de una propiedad particular.
            3.- Otro importante dato a considerar es la seguridad de esta reliquia, que estando en el campo junto a la carretera, de la noche a la mañana podría desaparecer como ha ocurrido con números cruceiros en Galicia de los que conozco algunos casos. Ello sin contar con un posible ultraje de desaprensivos, (que los hay en todas partes), que amparados en la soledad del lugar o en la noche, en estos tiempos que corren no es descartable.

             Meditado y hablado lo anteriormente expuesto con el Alcalde, y también con numerosas personas que conocen a fondo el problema y están interesadas en recuperar la Cruz despues de 10 años en el anonimato, teniendo también como especial interlocutora a la Sra. Presidenta de la Cofradía de la Vera Cruz de Valderas, en aquel grupo alguien opinó que, si abajo no era aconsejable ni posible ponerla por lo ya relatado, el lugar ideal podría ser la  cercana plaza de la Cruz de Valederas,  que se halla a unos trescientos metros de su lugar original del camino de los Maragatos.

           Los valderenses que como mal menor decidieron ponerla en este lugar, esencialmente tomaron en cuenta que según la historia de Valderas, en la Plaza de la Cruz, en su día, hace siglos que estuvo extramuros la famosa ermita de de la Vera Cruz, origen de la cofradía que hoy lleva su nombre, templo éste, que conocieron muchos de nuestros abuelos y bisabuelos porque se arruinó hace poco más de un siglo. Quede claro que no se decidió poner aquí la Cruz porque en la antigüedad hubiera habido una cruz en la plaza, como dice Pedro Ríos, que ni tan siguiera lo afirma, pues quien conozca la historia de Valderas sabe muy bien lo que allí estuvo la antiquísima ermita que conocieron nuestros mayores,         que en la Baja Edad Media también fue una importante sinagoga Judío Sefardita con fama a nivel nacional (aparece  citada en los documentos de la sinagoga del Tránsito de Toledo, y sobre ella escribió un magnífico artículo don José María Luengo), por ello cabe preguntarse:  ¿qué mejor lugar para poner nuestra Cruz que aquel sagrado solar valderense que fue de una iglesia? (en vez de meterla en un museo donde debería estar como tantas otras reliquias recuperadas de antigua iglesias arruinadas en Valderas)
Y sí, como muchos otros pensé que el lugar era bueno y así lo manifesté, por muchas razones: La primera para sacarla del corral del ayuntamiento y desagraviarla, y yendo un poco más lejos  cabe considerar que, si hoy en el siglo XXI volviera a llegar a Valderas algún transeúnte o arriero de aquellos que venían hace siglos por el camino de los Maragatos, al entrar en la Villa por la cuesta del matero que es la ancestral ruta de acceso tras cruzar el  puente de piedra, y desde allí subir la cuesta al caserío. Al arribar el caminante o arriero a la plaza, lo primero que vería sería la antigua Cruz, la misma que siempre halló en su camino y  ruta de entrada a Valderas hace siglos. La hallaría en su camino apenas a 300 metros del lugar donde toda la vida la vio.
         Cualquiera que conozca medianamente la historia de Valderas, como ya he dicho, debe de saber también que en esta plaza estaba la antigua ermita de la Vera Cruz, y por ello me llama poderosamente la atención que Don Pedro Ríos lo omite en su escrito de Facebook  y Wassap, máxime cuando uno de los párrafos de su escrito, copiado literalmente dice: "La Plaza de la Cruz, por estar cerca del domicilio de mis padres, es la plaza del pueblo que más aprecio. En ella he pasado muchas de las mejores horas de mi vida infantil y juvenil".
             Refiriéndose a que él no aprueba poner aquí la Cruz, en otro párrafo dice: "De verdad, la pretensión no tiene ningún sentido".
Visto la anterior, cabe peguntar al autor en Facebbok: ¿está seguro don Pedro de que esta pretensión de muchos valderenses no tiene ningún sentido? respóndase Vd. mismo.
            En mi opinión, deliberadamente o no, vd. sabrá por qué,  omite el importante y crucial dato de la antigua ermita que da sentido a que muchos valderenses veamos con buenos ojos poner la Cruz en esta Plaza, considerando en su justa medida el hecho de que "no se puede ni se debe poner de nuevo en el camino de los Maragatos", algo que también parece ignorar antes de ponerse a escribir.
Omisiones deliberadas? Medias verdades a los valderenses? (cada cual que saque sus conclusiones, es muy libre de hacerlo de su escrito y del mío), o... tal vez falta de información porque de improviso, como dice en las primera líneas de su escrito se encontró con un tema de comentario en Valderas, del que nunca hasta hora se ocupó, y provechando que por allí pasa el río Cea se puso a escribir, o tal vez por el hecho de ser letrado o quizás cumpliendo un encargo de alguien, o quizás porque aquel "alguien" no se atrevió a hacerlo él mismo (estoy seguro que sabe a quién me refiero, porque el tema es "Vox Populi" y lo aclararemos más adelantes, puede estar seguro, porque yo no creo en las coincidencias).
Por otra parte, don Pedro, es muy curioso que Vd. se explaye en contarnos con lucimiento la historia de los Maragatos y del topónimo de la Maragatería (por cierto, en su relato omite también otras antiguas y diferentes versiones que existen a más de las que aquí cuenta sobre este regional topónimo, por ejemplo: la historia del Famoso Rey Mauregato, quien da su nombre a la Maragateria), pero en este caso, lamentablemente es la historia importante de Valderas la que nos afecta ya la qeu hay que ceñirse, que en mi opinión y en la de muchos otros da sentido a que la Cruz se ubique en la dicha plaza, (y ya no quiero ni entrar en el párrafo en que Vd. califica de peligrosos ignorantes a muchos quienes pretendemos ponerla allí o simplemente discrepamos, porque sería el colmo de la arrogancia, aunque quiero pensar que ha sido un desliz que no ha pretendido ofender a nadie).  

    Regresando al tema importante:  muchos exvotos, restos e imágenes sagradas de esta antigua ermita de la Vera Cruz, y las reliquias de otras las iglesias que se han arruinado en Valderas con el paso de los siglos (San Claudio el Viejo, San Pedro de Riva de Cea, etc.), gracias a la magnífica acción de un Valderense que todos conocemos, han sido recuperadas y recogidas en el museo parroquial concentrando en él un rico patrimonio, por tanto, en mi opinión esta Cruz, esta reliquia histórica también debería llevarse al museo parroquial, evitando la vergüenza de tenerla tirada otros 10 años en un corral del ayuntamiento. Como es obvio, por la pesada y difícil movilidad de la piedra es poco aconsejable ponerla en el museo, por ello, en mi opinión, no es mala idea colocarla en algún lugar idóneo de Valderas (en el que sea, después de 10 años ya me da igual), con un rótulo al pie que diga su procedencia (un cartel explicativo de sus leyendas, como un poste de turismo que relate la historia de cada antiguo monumento valderenses), para que todos la admiren y siga vivo su esotérico misterio, haciendo así de la Villa en su conjunto un museo histórico digno de admiración para oriundos y visitantes, que en mi opinión ya lo es por los escudos y labras heráldicas, que forman parte importante  de nuestra gloriosa historia.
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NOTA: En los siguientes capítulos: las diferentes leyendas, signos del cantero y esotéricos misterios de nuestra Cruz, y quienes son los responsables de no haberla colocado en la Plaza de la Cruz, evitando así un homenaje de honor a la reliquia de nuestros Mayores, con bendición y desagravio por haber estado tirada en un corral durante 10 años.  
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                    A 25 de Septiembre del año 2018
                Valderese: Cesidio Blanco González
Caballero de la Santa Vera Cruz del Rey Fernando III el Santo.