En los últimos aciagos meses de
confinamiento por la pandemia, como tantos otros pueblos y ciudades de España, la
histórica y hospitalaria Villa de Valderas no ha sido ajena al desastre, y ha aguantando estoicamente el temporal sufriendo sus buenas
gentes en lo personal y familiar.
También
los negocios, y particularmente los hosteleros como grandes exponentes y motores
de la economía Valderense, han sufrido lo suyo viéndose obligados
a permanecer cerrados en momentos tan importantes como: la Semana Santa,
las fiestas de la feria de Abril y de la Santa Cruz de Mayo, y especialmente en
la fiesta grande de Pentecostés cuando nuestra queridísima patrona la Santísima
Virgen del Socorro sube a bendecir los campos a la Altafría, y muchos valderenses
que vivimos fuera tenemos por costumbre personarnos allí para honrar a nuestra queridísima
Patrona; asistiendo a la novena, y con un ramo de flores gradecer a la "Reina del Cielo" que
preside nuestros hogares, sus gracias y especial protección de nuestras
familias durante todo el año. Así, el día
de Pentecostés, procesionamos con Ella en su honor a la Altafría, donde muy cerca
del cielo, labradores y valderenses vemos con regocijo como la Virgen del
Socorro bendice la nueva cosecha de perfumados campos en primavera, ante las bellísimas
riberas del rio Cea.
Es notorio por
desgracia, que este mal año no hemos podido viajar a cumplir nuestras promesas,
ni a disfrutar con nuestras familias y amigos de las tapas en los bares y de la magnífica gastronomía de
Valderas en la querida villa de nuestros mayores que nos vio nacer, que siempre está en nuestro pensamiento, pero sí podemos hacer nuestro particular homenaje, para dar ánimos...
Aquí donde se abrazan los caminos
de Castilla con tierras leonesas,
donde silban calandrias mañaneras
y el ruiseñor gorjea dulces trinos.
Paisajes
de Altafría son divinos,
bellísimas del Cea las riberas,
y el Castillo y las casas solariegas,
son reliquias de medievales siglos.
Esta es la
noble Villa de Valderas,
gentes hospitalarias los vecinos,
famoso su restaurante y buen yantar.
En
cazuela de barro al "Ajo Arriero",
el Bacalao es nuestro ancestral manjar,
y el Prieto Picudo es un gran vino,
con pan de hogaza horneado candeal,
¡Nuestra mesa
nunca la vas olvidar!
Valderense
Cesidio Blanco González
En Madfrid, 5 de Junio de 2020