Tierra de vinos
Los ricos caldos de Valderas se crían en cepas cuyo
promedio de edad sobrepasa los cien años, en majuelos recostados en suaves
laderas iluminadas por el sol del medio día que forman magníficos pagos:
Cuestas Buenas, Costana, Valduro, Los Caleros, Tras de Rey Etc., Todos ellos
bien conocidos por la calidad de difernestes variedades de uvas: Verdejo, Tempranillo, Cañorroyo, Mencía, Valenciana, y la excelente y alabada
"Prieto Picudo".Paseando por las calles de Valderas entre antiguas labras y casonas señoriales henchidas de historia, que evocan una rancia Nobleza e hidalguía, a través de las zarceras de las bodegas se perciben los aromas de cubas y lagares perfumados de de mosto y vino viejo de gran solera.
Huele a lagares, a raídos poínos, carrales y añejas cubas de roble. A escurrideros de cestos y hollejos empapados de mosto de uvas enteras que sirven de madres al fermento de riquísimos taninos.
El vino es para los valderenses el fiel compañero que alienta y ayuda la dura y difícil brega del trabajo del campo. ¿Qué labrador de mi tierra no lleva consigo al campo una bota de buen vino? ¿quién no ha saciado su sed en los calurosos días del verano con un delicioso trago de vino fresco manando de la bota como gloria del cielo?
El vino es fiel hermano de la amistad y el compañero ideal de manjares de buena mesa. Es la chispa del amor, el sueño dorado y embriagador, y el sereno brindis de gloria y honor. Es néctar de los dioses en el dulce remanso de las penas, la alegría en la fiesta y mesa, el disfrute en la paz y el descanso del hogar, el regalo del cielo y la bendición de Dios en el altar.
Néctar por Baco adorado,
gota de esfuerzo y sudor
del sufrido viñador,
de la cepa enamorado.
Racimo de sol dorado,
mosto de turbio color,
dulce, opaco, embriagador,
que mi mente has enturbiado.
Dorado sol perfumado
en el roble madurado
mientras se duerme una flor.
Esencia leal de honor
en el altar consagrado,
copa de luz y color
gota de esfuerzo y sudor
del sufrido viñador,
de la cepa enamorado.
Racimo de sol dorado,
mosto de turbio color,
dulce, opaco, embriagador,
que mi mente has enturbiado.
Dorado sol perfumado
en el roble madurado
mientras se duerme una flor.
Esencia leal de honor
en el altar consagrado,
copa de luz y color
bendito efluvio de amor.
Viajero, valdrense, cuando llegues a nuestra bodega Cooperativa, haz honor a esta gloriosa Villa con un trago de vino, y escucha su saludo...
Bienvenido a tu bodega viajero,
perfumada de aroma y de solera,
templo de honor a Baco en la ribera,
a sus néctares criados con esmero.
Soy la plata del rocío mañanero,
crepúsculo dorado en primavera,
maduré bajo el sol en la ladera,
me alumbraron bellísimos luceros.
Levántame en tu copa compañero,
y verás el color de la cereza,
y la luz del otoño placentero.
Cual néctar de los dioses es mi beso:
¡A tu salud el buqué y la solera
de mi bendita tierra de Valderas!